domingo, 29 de diciembre de 2013

A comer al Crucero



Publicada en Revista El Gourmet de Abril de 2013. Las dotos son de Santiago Ciuffo.

Los cruceros ya no son lo que eran y eso es una buena noticia. Hasta mediados de los años 80, el ejemplo de crucero más a mano era el Pacific Princess, un barco selecto que servia de escenario a la serie El Crucero del Amor. Con sus estereotipos y sus gags previsibles, la tira televisiva daba testimonio de esa exclusividad que ofrecían las naves que por entonces se llamaban transatlánticos –palabra caída en saludable desuso- con muy pocos pasajeros a bordo. Afortunadamente, hay una distancia oceánica entre aquel Pacific Princess y la infinidad de servicios que brinda hoy la industria del crucero. Se trata de un negocio que, pese a la crisis global, sigue creciendo a una tasa del 10 por ciento anual y que forma parte fundamental del negocio turístico mundial con una notable capacidad para atender a una franja de clientes en expansión.